El Viaje al otro lado del mundo - Pisando tierra Australiana Parte VI

Para el sexto día la planificación no era muy complicada, pues tendríamos que irnos en ferry hasta Manly y visitar otro acuario… Si el de Sydney tomó casi todo el día, seguramente este sería igual.

Igual que el día anterior, nos fuimos hasta Circular quay en metro, desayunamos en el mismo sitio del día anterior y luego nos fuimos al muelle número 3, desde donde saldríamos en ferry. Cuando llegamos a Sydney, compramos un boleto semanal que permitía el uso del tren, ferries y autobuses de la ciudad sin necesidad de pagar nada más… Asi que no tuvimos que pagar, sino pasar nuestro ticket por la maquinita del torniquete y esperar nuestro ferry.

Navegar hasta Manly toma media hora. Particularmente disfruto mucho estos paseos, en especial cuando puedo salir a cubierta… por eso prefiero el ferry convencional a Margarita, aunque esté por hundirse. JC, como buen hijo de su madre, salió a cubierta un ratico.

Así mas o menos es el recorrido

Así se ve desde el ferry camino a Manly

Otra

Jc estaba grabando el camino... Y aqui se grababa a si mismo

En el ferry ves desde turistas hasta gente que va a trabajar a este “pueblo” que queda como hacia al norte.

La verdad es un sitio super bonito, pero se sentía más frío. Lo primero que notamos al llegar, fue la pequeña playa al lado del Puerto, la cual tiene pinos… si, sé que no es la primera vez que lo leen, pero créanme que tampoco será la útima! Es como cómico ver una playa, su arena y su agua azul y en la costa ¿¡¿pinos!?!? Jaaa! Que fino! Por supuesto no pasó mucho tiempo para que estuviéramos tocando la arena. Lamentablemente el agua no, porque estaba muy fría jejeje.

Playa y... pinos!?

Allí al ladito esta el Ocean World Manly, nuestro objetivo del día. La verdad, nos decepcionamos un poco al visitarlo, pues en 1 hora (posiblemente en menos si no te quedas viendo al calamar grande como por 45 minutos esperando que se mueva) ya recorres el sitio. Te ofrecen algunas actividades, pero ese día (y creo que por esa temporada) estaban cerradas… y bueno… no hicimos mucho más que ver más peces extraños (de los cuales no nos cansamos), recorrer otro tunel con tiburones y, como lo dicho, ver al calamar gigante estar estático.

Que dindas las estrellas de mar

La Sirenitaaaa!! (estas eran las lacayas de Úrsula)

Pez León... al parecer bastante peligroso... y hace poco se consiguió un pocote de estos
peces en Falcón, cosa anormal.

Stonefish... Este pecesito puedes pisarlo creyendo que es una roca y zas! Te pica son su veneno
y te j***ste

Si, un buzo con los tiburones...

...¿No escuchan la canción de la película?

Nos miraba

Una mandíbula de tiburón

Salimos y aún nos quedaba muuuucho día, así que nos dispusimos a caminar por Manly, por unos jardines que había cerca del Puerto. El paisaje, espectacular y las casas con esa vista…y qué casas. La gente se sentaba en los banquitos a respirar aire puro, me imagino, porque solo se sentaban ahí a ver hacia el mar y ya. Nosotros decidimos tirarnos en la grama un rato.

La vista desde el parquecito en Manly

Un largo rato aquí echados literalmente, mientras JC practicaba la vuelta de carnero y su mama loca se puso a hacer lo mismo, doblándose la espalda. Tomando fotografías de cuanta cosa se me cruzaba en el camino y con un poco de frío. Este fue un día de relax. Hasta que nos paramos y nos regresamos a la zona donde esta el muelle, desde donde fuimos hacia otra dirección, hacia donde estaban las tiendas, la gente… Y nos metimos en un Coles para ver los precios de la comida. La verdad no vimos mucha diferencia en precios, la carne nos pareció un poco costosa al igual que el pollo, pero el pescado y el cochino lo vimos más bien baratos. Los vegetales bien de precios y lo demás tipo normal. En donde si notamos diferencia lamentable, fue en las opciones. Recuerdo que venía yo antojada de comprar unas galletas que una amiga me recomendó, Tim Tam, y cuando nos paramos frente al stand que tenia las galletas, había como mil sabores de ellas… optamos por comprar 3, que fueron las que más nos llamaron la atención. Luego nos fuimos a la parte de los quesos… Aqui no vimos mucha variedad, o al menos no mucho que conociéramos, pero había un queso amarillo parecido a una bola de las que venden en Margarita, asi que compramos un pedacito. Luego, nos paseamos por el pasillo de las bebidas y se nos ocurrió comprar algo de tomar. “Llevémos un juguito”… Tan fácil que se dice. Nos paramos frente a la alacena y la cara de los tres era… Encima de nuestro rostro con ojos tipo Simpson, se paseaba un signo de interrogación… ¿Y ahora qué llevamos?!?

Mi loco en el parquecito

Practicando la vuelta... no, no hay foto de la loca haciéndolo

La viejita sentada ahi, solo contemplando el paisaje...

Había CUALQUIER cantidad de jugos y de CUALQUIER tipo. Con azúcar, sin azucar, con poquita azucar, con fructosa, con splenda, sin fruta, con fruta, concentrado, artificial, natural, blah blah blah… Luego veías los precios y bueh… más enredo. Había de TODOS los precios y nos estábamos volviendo locos viendo las diferencias entre uno y otro y hasta nos preguntábamos “¿será que este es mejor que ese y pore so es más barato?”. JC estaba en la misma, “llevate este… no, mejor este!... Este se ve más rico, este este!”…. 15 minutos más o menos en ese plan… hasta que nos obstinamos, casi que nos pusimos una venda en los ojos, nos dimos 4 vueltas y en dirección a la alacena, agarramos el primero que se nos atravesó y nos fuimos… Qué va (momento irónico), demasiado peludo comprar con tantas opciones…

…

(Momento Reflexivo)

Cuánto extraño poder tener mil marcas y elegir la que más me guste… Cuánto extraño comprar lo que me gusta y no lo que puedo pagar. Qué triste es ir a otro país y sentir sorpresa y admiración por ver supermercados repletos de cosas y con mil opciones para escoger… Espero que Venezuela vuelva algún día a ser así.

(Fin)

...

Luego de un largo paseo dentro de Coles, decidimos pagar y salir y sentarnos a disfrutar de la placita que antecede al muelle, que estaba full de gente, de niñitos y estaba siendo amenizada por unos músicos. Allí estuvimos sentados como hasta las 5. JC estuvo largo rato brincando y jugando con otros niños… me encantó verlo comunicarse por medio de caras, sonrisasy señas; me hizo entender que los niños conocen el verdadero idioma del mundo (cursi, pero cierto). Me hizo mucha illusion verlo así, feliz en Australia, me lo imaginaba en un año en su colegio, socializando a pesar de todo… Ojalá la vida se le haga así de fácil.

Mi loco jugando en una escultura en Caracol

...Aqui sigue. Esta foto fue tomada desde bien lejos... Es decir, lo dejé BIEN LEJOS
de mi... probando mi valentía

Ya de regreso en Sydney, nos metimos a cenar en Hungry Jacks, allí mismo en Circular Quay… 15 dólares los 3 jejeje… y luego derechito al hotel. A pesar del día relax, llegamos cansados, con ganas de tirarnos en la cama y más nada.