Monday 21 March 2011

El viaje al otro lado del mundo - Pisando tierra Australiana IV

El cuarto día en Sydney teníamos planificado ir a otro Zoo ubicado en las afueras. El viaje hasta ese sitio era largo y por eso este día fue planificado totalmente para esta actividad, por lo que nos lo tomamos con calma, salimos un poco más tarde, desayunamos con mucha paciencia y luego nos enrumbamos.

El desayuno lo hicimos en un sitio distinto, principalmente porque debíamos llegar hasta la Central Station Railway. Caminamos con mucha parsimonia desde el hotel hasta la estación unos 15 minutos y en el paseo conocimos otras zonas de Sydney que no habíamos visto: edificios como más antiguos y menos altos, calles más anchas…

En el camino no vimos muchas opciones para desayunar y ya nos estábamos muriendo de hambre. Había un montón de sitios asiáticos y uno que otro localcito donde vendían pasteles de hojaldre y sandwiches, pero sinceramente no me provocaba comer de eso (soy antojosa y malcriada pa comer). Pero la espera valió la pena. Prácticamente en frente del Central Station Railway hay un hostal llamado Wake Up! con un restaurancito del más allá! Aprovechen y miren los precios para ver si sirve como sitio de llegada temporal, pues la ubicación es muy buena!

Comimos como Dioses!! Rodrigo se pidió una tortilla toda loca que tenía hasta espinacas… el plato era descomunal. Mi hijo, como cosa rara, pidió huevos fritos y tocineta… en serio, era un plato grande. Y yo, paradójicamente recuerdo los platos de ellos pero no el mío… creo que pedí panquecas con syrope… y creo que traían cambur, pero no estoy segura. O manzana con canela… no sé! Lo que si es que, de glotona y como vi tan frescos los muffins pedí un muffin aparte. Todo esto con café, jugo de naranja y un ambiente spectacular, pues el restaurancito tiene las mesas en la calle y da la sensación de estar comiendo en una terraza! Lo que si les digo es que este fue uno de los días más fríos que vivimos, sobre todo por la brisa, y comer con ese frío fue por momentos incómodo.

Si hacen click aquí  podrán ver fotos del local.

De allí caminamos hasta el Central Station Railway, un edificio que se nota antiguo y es inmenso. Adentro no es menos. Además de las mil y un rutas y taquillas para comprar los tickets, pasando por puntos de información, también te encuentras con muchos localcitos de revistas, frutas… como para que hagas tu viaje amenamente leyéndote un buen artículo o comiéndote una manzana. Y como yo soy una antojosa y malcriada, pues me compré una ensaladita de frutas y unas botellas de agua para el camino. 

Llegamos como a las 11.45 de tanta vuelta que dimos y compramos el boleto para el próximo tren, que salía algo asi como en 10 minutos. Eso acarreaba correr… y corrimos. En los andenes la cosa no es fácil para el que es nuevo, pues no sé cuántos hay y de paso creo que hay más de dos pisos! Entonces tienes que buscar la letra y el número que corresponda. Gracias a Dios todo esta lindo y señalizado y pudimos llegar antes de que el tren partiera.

El anden aaaamplio y pulcro. La gente organizada. La señora del parlante anunciando la llegada de cada tren a pesar de los relojitos que ponen en todas los sistemas ferroviarios que se respetan y que son serios.

“Train – to – BlackTown” y blah blah blah. Llegó el nuestro. El camino no era corto! Pero el tren era una nota!! Igual que el del primer día, de dos pisos y amplio. JC como lider de la manada nos dirigió al
piso de arriba… si yo fuese niña, seguramente hubiera ido al mismo sitio! Qué fascinante un tren de dos pisos jajaja. Además, estos trenes tienen algo particular y el cuento es este: Cuando subimos, el puesto que conseguimos estaba de espaldas a la dirección del tren, cosa que no es muy cómoda, pero no nos quedaba de otra que sentarnos allí. De pronto, en una estación se subió una muchacha que, agarrando el asiento por un asa que tenía en una esquina, volteó el espaldar del asiento hacia el otro lado…! Me sentí muy india al ver esto jajaja nunca había visto ese mecanismo! Cuando JC vio aquello, no pasó mucho tiempo para que se parara y volteara su asiento jajaja… y así hizo cada vez que se montó en un tren, fuese el lado que fuese y las veces necesarias!

Mi juju disfrutando del viaje


♫♪desde mi ventanaaa


El paisaje era de paz. Por la ventana se veían solo pequeños suburbios con pequeños centros comerciales, avenidas con pocos carros, limpias… y un cielo azul espectacular.

Luego del largo paseo y por supuesto de la desaparición de la ensalada de frutas, llegamos a Blacktown, que resultó ser ROLITRANCO de estación de tren, super moderna, igual con locales adentro y mucha información para el pasajero y con un terminal de autobuses en el piso de abajo.

Todavía nos faltaba tomar un autobús y por supuesto! Esta gente tenía horarios establecidos de la salida de los mismos. Bajamos, buscamos la letra y el número de la parada que nos tocaba y puntualmente llegó. El autobús es comparable a un metro bus de Caracas, pero un poco más grande, lo que le da más comodidad.

El paseo en el autobús estuvo largo por la cantidad de paradas, pero chévere porque vimos muchas casas e íbamos soñando en el camino jejeje… Finalmente llegamos a Featherdale Wildlife Park, un zoo que se define como un zoológico educativo y un reservorio animal, además de ayudar al cuidado de animales en extinción y de tener programas de alimentación de animales para su conservación. Durante el recorrido entendimos por qué. 


Tenían una gran cantidad de animales, en especial aves de todos los colores y tamaños. En cada espacio que te parabas, había muchísima información sobre cada animal y de paso tenían especificados los horarios de alimentación de la mayoría de las especies y cuando tocaba, ibas al sitio y la persona que alimentaba al animal, te daba una explicación sobre este. 


Zona de contacto
Rod y el pana koala, siempre dormido
Featherdale también tiene una zona de contacto, donde puedes incluso alimentar a los canguros. En esta area, aparte de los canguros, también hay wallabies y un megapájaro de la misma familia de los avestruces pero más grande y es el que te recibe en la puerta de la zona de contacto…. Se podrán imagianr a JC, quien mediría para ese momento unos 123 centímetros, a mi que mido 157 y a mi esposo que mide 167 mas o menos………. Y el pájaro como de 180 centímetros, con un pico bestial, acosándonos y acorralándonos en la puerta de entrada para quitarnos la comida que teníamos para los canguros……………… JC del tiro se puso a llorar y a temblar  y Rodrigo peleando con el pájaro jajajajajajajaja… No es violento, al contrario es hasta cuchi… pero es MUY GRANDEEE!!! Y en serio el acorralamiento estuvo de película! Después nos veían huyendo del pajarraco en cuestión. 

Además de esto, tienen un area de koalas, donde los puedes tocar, cargar e incluso sacarte una foto con el perolito guindando. La foto costaba 20AUD por lo que desistimos de la idea jajaja. Lo que si les puedo REITERAR es que el rumor de que los koalas son cuchi solo de lejos, ES VERDAD. El olor de estos animales es terrible!!

Y por ultimo y no por eso menos entretenido pero si un poco más oloroso, tienen un área de animales de granja, entre los cuales hay cabras, unas gallinas que parecieran tener pelos en vez de plumas además de tener un estilacho particular… Cochinos… Rodrigo se enamoró de una cabra específicamente. La perseguía pa cantarle la cabra mocha de Josefa Camacho! 



Las gallinas pavas


Para mí, los animales más destacados fueron: los Red Flying Foxes, con unas enormes alas con impresionantes ganchitos con los que se guindaban en las rejas (y sonaban como metales); aquí entendí de dónde sacaron la idea de los paraguas. El Cassowary, un pájaro también gigante, bellísimo, con un cacho todo loco en la cabeza, que lo tienen todo enrejado porque es BASTANTE agresivo. Todas las aves de colores preciosísimos! En especial una, que nunca vi, que no es colorida pero si escuché durante largo rato pensando que era un heladero o alguna vaina asi hasta que decidí perseguir el sonido: era el Chiming Wedgebill… Si ese pájaro me levanta cada mañana de mi cama, creo que estaré en paz con la vida por siempre. Y un pajarito llamado Kookaburra (menos mal que no es venezolano ese pajarito, no me imagino los chalequeos…), que creo que el primero que me encontré estaba viejito y por eso era demasiado cuchi!



También había como 10 tipos de búhos… soy altamente AMANTE de estos animales. Y era uno más bello que el otro. El demonio de Tasmania, que si, huele a demonio y es un animal bastante inútil, no caza, solo espera a que aparezca el alimento mágicamente.  Un animalito parecido a un Puerco espín, el Equidna, con pico de oso hormiguero. Al pobre, los Sacred Ibis lo tenían fregao, cuando le llevaron la comida, esos pájaros malvados se lo comieron todo (JC gritándoles para que lo dejaran comer). Los pingüinitos, que eran súper cómicos! En el video verán por qué jajaja. El wombat, que es totalmente comprable a mi hermano mayor (ver la foto) y un lagarto de dos cabezas bastante raro.

Quiero un buho de mascota

El Cassowary y su cacho

Un Equidna

Red flying foxes... demasiado grandes estos murciélagos

El lagarto de dos cabezas
Kookaburra

Wombat





En fin, el parque es realmente inmenso y podría pasarse un día entero allí. Nosotros lo hicimos, al menos medio día, hasta que el parque cerró y creo que nos faltaron cosas por ver.

De regreso hicimos la misma ruta. En el autobús, un señor nos escuchó hablando español y empezó a buscarnos conversación… Aún no me acostumbraba a eso.

El hambre nos atacaba, y como no vimos nada llamativo en Blacktown para comer, decidimos llegar hasta Central y salir a la superficie para buscar algún sitio y… la pegamos del techo: teníamos DÍAS! Antojados de comer alguna cosa italiana o carne, pues todo en Sydney es asiático, pero justo en frente de la salida de central por Chalmers St. Estaba este restaurant. Cruzamos la calle solo para ver y nos conseguimso con una pizarra donde decía “pizza 7$, spaghetti meatballs 8$, steak & psta 9$”… No lo pensamos y allí comimos. EL MEJOR RESTAURANT de todo nuestor viaje!!! Y además, 45 DOLARES AUSTRALIANOS POR LOS 3 PLATOS MAS REFRESCOS!!!!! Mejor imposible! La noticia triste es que, mi esposo y yo nos pusimos a buscarlo en Google Earth para publicar la ubicación exacta y la foto y lo que nos conseguimos fue esto:
En construcción! quién sabe de qué! Ahora en Google maps sale una vaina de "men's health"!
 TRISTE!! Pasé un día de esta semana de luto por esa pérdida.

Pero quedó este tierno recuerdo de lo que comimos......

De regreso, nos fuimos caminando y tuvimos una sorpresa, pues en la acera de en frente del restaurant, hay unas estatuas de algunos próceres latinoamericanos, entre los cuales por supuesto estaba Simón Bolívar… Quién se iba a imaginar que en un país tan remoto uno se iba a encontrar con una cabeza de Simón Bolívar!?

 Bueno mis queridos lectores, pensé que este post iba a ser corto porque se trataba de otro zoo, pero no… ¿ven que adonde vayan en Sydney, encontrarán cosas nuevas?


3 comments:

  1. jajajaja me encantaron los animalitos espectaculares!!!

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  2. Queremos mas queremos mas queremos mas? Cuantos dias fue que estuvieron por alla? para saber cuantos post faltan... jajajajajjaja

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  3. ...Eso mismo pensaba yo ayer!!!!!!!! Quiero acortarlo pero no puedoooooo!!! Faltan 6 =( jajaja

    Clau cuando los veas en vivo... <3

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