Sunday 13 March 2011

El viaje al otro lado del mundo - Pisando tierra Australiana III



Ese día regresamos bastante cansados al hotel. Ni me acuerdo qué cenamos. Solo sé que regresamos y cada uno se acurrucó en su cama, quedando rápidamente dormidos.
Nunca habíamos estado en un Acuario con un túnel de vidrio que mostrara la vida marina desde el propio mar, con especies tan variadas y muchas desconocidas que jamás hubiéramos imaginado que existían y tampoco habíamos visto tantos animales diferentes (lamentablemente no pudimos tomar buenas imágenes de los animales nocturnos de Australia… son únicos!). Fue realmente un día sensacional.  El día siguiente no lo fue menos.
Aunque no sonaba ningún despertador, yo dormía hasta las 7.30am, simplemente me despertaba y seguía sintiéndome en un sueño… Estoy en Sydney!! A pararse todo el mundo!!
Luego de los respectivos baños, salimos rumbo a Il Espresso y luego subimos en dirección a la estación Museum, la cual se encuentra en Hyde Park, un hermoso y gigantesco espacio verde, que puede ser entre un gran jardín y una gran plaza en el medio de la ciudad. Allí estuvimos un largo rato, especialmente JC y yo, pues Rod tuvo que devolverse al hotel.
Dos cuartas partes de Hyde Park...
En Hyde Park
Por primera vez en la vida, dejé que JC fuera completamente libre, al punto de desaparecerse de mi vista. No puedo negar que cuando no lo veía la paranoia me atacaba, pues Caracas no es la única ciudad en el mundo donde roban niños y Sydney no era conocida para mi, así que a pesar de dejarlo ser libre, tenía una gran necesidad de tenerlo avistado. Sin embargo, estuvo corriendo y brincando, tratando de hacer que su boomerang se devolviera, espantando a las gaviotas… Mientras yo disfrutaba con mi cámara tomándole fotos a él y a los alrededores del parque. 
JC jugando con su recién adquirido boomerang


Sacred Ibis, el pájaro suelto de hyde Park


Imagen tomada de www.treeworld.info 

Cuando Rodrigo volvió, caminamos un poco más hacia adentro de este lugar y vimos que en aquí se encontraba un monumento llamado Anzac Memorial, un lugar donde recuerdan a cada Australiano y Neozelandes que han defendido a sus países en guerras…  






Y cuando digo a CADA UNO, lo digo literalmente… Si no me creen, miren esto:
Por si no han entendido la imagen arriba, se trata del techo del Anzac Memorial... Si, esta lleno de estrellitas! Y CADA UNA de esas estrellitas es CADA soldado que ha peleado desde la Primera Guerra Mundial hasta las guerras de la actualidad para defender a sus respectivas naciones. Algún día este salón estará lleno totalmente, hasta las paredes!... de otro modo no podrán seguir honrando a estos soldados al menos que PAREN LAS GUERRAS!!! (momento hippie).
En este monumento, en el piso de abajo, existe una exhibición histórica que conserva uniformes, medallas, fotografías de las guerras y momentos importantes para estos países. También transmiten un video de 8 minutos en el que te hacen saber cuánto orgullo sientes por su tierra… En serio, casi lloro. 

A las 11am de cada día, en este lugar se guardan unos minutos de silencio en conmemoración de los caídos… Esto lo supe luego de que el encargado de la exhibición, que creo es un militar retirado me lo comentó en medio del silencio porque JC y yo no parábamos de caminar y hablar… y bueno, me medio regañó. Cuando pasó el momento, me explicó el asunto y pensé “Guao… qué orgullo y qué respeto siente esta gente por sus FFAA… igualito que en Venezuela, donde los ponen a vender pollos =S”.



Luego del momento educativo, caminamos máaas hacia adentro de Hyde Park y es cuando empiezas a notar que es verdaderamente grande! llegamos hasta un largo tunel vegetal que conducía a un espacio redondo donde estaba una fuente y mucha pero mucha gente en la grama disfrutando del sol, además de un músico con su guitarra amenizando el lugar. Junto a este lado de la plaza, estaba la  Catedral de St. Mary, parte de la iglesia católica y muy bonita. 
El sol no ayudó, pero ahi esta... el tunel vegetal desde
el laguito del ANZAC hacia la fuente
Aqui estuvimos también largo rato, escuchando al guitarrista y observando a la gente, descansando y disfrutando del lugar.

Es curioso como la gente baja de sus oficinas y viene de los edificios cercanos a este parque solo a tirarse en los jardines un rato. Me imagino que era a la hora del almuerzo, porque la mayoría tenía algo que comer: Desde una ensalada de frutas hasta un sandwich, pero nada como nuestros almuerzos.


Los jardínes


La fuente


De fondo, la catedral
Un mister del cual me gustó su bici


Luego de estar un rato allí, nos acercamos a la iglesia. Es grandísima! Y afuera tiene una mega plaza donde la gente se sienta a leer o simplemente va.
 
En la tarde nos fuimos a la Sydney Tower. Debe ser que en algún momento, durante el desarrollo de estas grandes ciudades, se pusieron de moda este tipo de estructuras, especie de antenas y me parece que mientras más altas sean, más prestigio tienen. Si fue así, qué loco! 

Esta torre esta sobre una especie de centro comercial y mide 305 metros. Tiene un par de niveles, en cada uno un restaurante y en uno de ellos una tienda de souvenirs donde nos atendió un señor muy amable, al cual, cuando nos preguntó de dónde éramos, se sorprendió con la respuesta! Más me sorprendí yo cuando le entendí que había estado por aquí...!

Lo mejor que ofrece esta torre (lo mejor dentro de lo que hicimos) es la vista de la ciudad desde el Observation DeckQUE GRANDE! Y una vez más quedé impresionada por los acantilados

Las vistas desde el Observation Deck, 250 metros en Sydney Tower

Pero no es la única atracción de esta torre. Resulta que esta gente se inventó un simulador de movimiento al cual llaman Oz Trek Rideque a mi me produjo dolor de cabeza y sensación de mareo. De paso, mientras esperábamos, me estaba muriendo de hambre y se me ocurrió comerme una bolsa de ruffles... pecado. Salí del simulador hasta con ganas de vomitar. A JC tampoco le gustó.

Y por último, la mejor de las atracciones y la que no hicimos! Es "burdecostosa" y de paso yo soy vertigosa...  Aunque algún dá lo haré! Se trata del Sky Walk ... Imagínense estar a 268 metros de altura y al aire libre........................ En serio, me atreveré a hacerlo!

Esta torre es maravillosa para admirar la belleza y los alcances de la ciudad de Sydney. Te ayuda a saber que es una joya arquitectónica, aunque Rod insiste en que tiene un error y se refleja e la foto número 3 del collage arriba, en el cual unos edificios tapan el Sydney Opera House. De todos modos, la visión de esta gente es inigualable y poco a poco mientras recorres y conoces Sydney, vas notando más esa característica de la sociedad Australiana.

Ya este día terminó. Al salir de allí, nos regresamos caminando al hotel, pues quedaba bastante cerca y de paso así recorríamos un poco el CBD. Nuevamente la confusión del "por dónde caminar" embargo mi ser, en serio caminaba en zig zag y es bastante desesperante. El CBD estaba full pero FUUUULLL de gente! y si, a esa hora, que era pico, ví mucho tráfico y eso puedo decir que es un punto en contra de Sydney para mi, siendo uno de mis principales ODIOS las colas de Caracas.

Supongo que cenamos en algún sitio y nos fuimos al hotel... Cada día llegábamos mega cansados, pero felices... Y seguiría siendo asi.





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