Friday 29 November 2013

Alegría efímera, pero primer paso

Mmm... Recuerdo aún el día en que mi actual jefa, luego de una muy corta pero amena entrevista en horas de la mañana junto con su hermana, me llamó ya pasadas las horas laborales para decirme: We like you. 

Después de esa frase, me esperaba un "pero", como me había sucedido en innumerables ocasiones, sin embargo lo que continuó fue un "and we want you to start working with us". Mi alegría era tal que no podía dejar de reir y de decírselo, "no puedo parar de reir de la felicidad que tengo!" le decía. Al colgar el teléfono, salí corriendo cual loca al patio trasero, gritando que por fin tendría un nuevo empleo y lo mejor: en mi área. 

Eso fue mes y medio antes de realmente comenzar con ellos y me comía las uñas, quería irme ya!! Fui demasiado feliz cuando entregué la carta de renuncia en el otro empleo, estaba realmente cansada de trabajar en una empresa tan mediocre y desorganizada.

Cuando comencé, no podía dejar de sonreir en esa oficina y cuando salía del trabajo salía feliz. Una empresa maravillosa con gente estupenda. 

Comenzó mi entrenamiento y en pocos días pude asimilar que el trabajo no tenia absolutamente nada que ver con lo que hacía en Caracas. Si, es turismo... Y si, sabía que tenía que haber diferencias puesto que una mayorista no puede trabajar exactamente que una minorista, pero nunca me senté a pensar realmente cuáles serían las diferencias básicas. "Ahora me encuentro trabajando del otro lado de la acera", concluí. 

Entendí que definitivamente era una junior... pero creo que mi jefa tenía demasiadas expectativas, tal vez creadas por mi misma en la entrevista. 

Los primeros 3 meses fueron bien, uno que otro error de distracción que me corregía... Desde el principio me pareció que su manera de corregir era muy dura y su manera de explicar no era nada buena, pero era la que me estaba entrenando. ya para este entonces sentía nervios de trabajar con ella y se lo decía: No eres divertida para trabajar, me da nervios preguntarte algo proque me haces sentir mal

A partir del 3er mes comenzaron los verdaderos problemas. Creo que ella esperaba que ya estuviera atendiendo clientes, sabiéndome el producto y haciendo dinero para la empresa en ese entonces, cosa complicada dada el extenso mundo del turismo.

Seguí cometiendo errores de junior y errores estúpidos también y poco a poco su dureza se siguió endureciendo y comencé a sentirme mal, que simplemente ese trabajo no era para mi, que no era buena en ello, solo por las palabras que por la boca de esa mujer salían, por la manera en que me estaba tratando. Así estuve los últimos 3 meses. 

Admito que parte de la culpa es mía por no aprender de mis errores... por no darme cuenta que, tal vez, el celular me distrae demasiado y por eso escribo un apellido mal en una confirmación. Tal vez mis notas no estaban completas y por eso dejaba de hacer cosas que eran parte de las instrucciones dadas.

Hace un mes salió a flote un problema en un file para el cual yo había hecho la confirmacion como mi jefa me lo había solicitado. Lo que ella no recordaba era que me había pedido que abriera la confirmación antigua y solo cambiara precios y eso fue lo que yo literalmente hice y nadie, ni yo, se fijó en que la agente que había trabajado en ese file antes, que se retiró, cargó la reserva mal en el sistema, poniendo la fecha de regreso el 22 y no el 23 y por lo tanto los boletos aéreos fueron emitidos erróneamente. La culpa, por supuesto, cayó sobre mi. Ella pensaba que yo habia cargado las cosas en el sistema, etc etc. Ese día, después de que mi jefa tuvo la conversación conmigo, lloré y lloré. Creo que lloré por día y medio.

Dos días después fui a su oficina y le expiqué que no había sido yo y que mi error habia sido confiar en lo que la otra agente, con 25+ años de experiencia, había hecho. Que no podía garantizar que las cosas que había hecho antes de ese día estuvieran bien, pero que desde ese día en adelante iba a poner todo mi esfuerzo por hacer todo perfecto. Le pedí un borrón y cuenta nueva.

Le expliqué que muchas veces no entiendo sus instrucciones, bien sea porque no es clara o porque habla muy rápido, a lo que me contestó que ella no puede decirme las cosas cual bebé porque no tiene tiempo y que si, ella puede hablarme más lento, pero que los clientes no lo harán. Esto no lo entendí muy bien, pues si tu estas entrenando a alguien, necesitas ser claro si quieres el trabajo hecho como a ti te gusta, pero ella no tiene tiempo de hacer eso... Entonces? ... este mismo día me dijo que mi inglés era insuficiente y su razón fue que no entendía a veces los nombres en el teléfono... Me sentí ofendida, pero pensé "Si, puede que mi inglés no sea suficiente..." es decir, una vez más me lo creí, una vez más mi autoestima, gracias a esta tercera, se hundió más.

Llegué a ese punto donde no veía las cosas claras... Todo era mi culpa, así como ella lo decía. 

De todos modos, desde ese día me puse las pilas y dejé de payasear con el teléfono y empecé a hacer todo con cuidado, el problema estaba en que a la mínima cosa que encontraba, me armaba un lío. Ella no supo hacer borrón y cuenta nueva. 

Siguió repitiéndome que mi inglés no era suficiente y siguió también, como en otras oportunidades, criticando hasta el modo en que respiro cuando tengo gripe.

El último lío fue porque en una confirmación, en la cual me apresuré porque eran las 5pm y me estaban esperando en la playa para pasear en bici, escribí un apellido con una letra mal y no borré algo que debía borrar... Ese día estuve cerca de explotar y decirle que sus reacciones eran extremas... No lo hice, pero si le dije que ella no podía ver que en mucho tiempo no había cometido un solo error y que solo por eso me dice que estaba preocupada por mi futuro en la empresa? prácticamente me llamó idiota... Asi como muchas veces antes lo ha hecho. Ese día me fui RECONTRAARRECHA de esa oficina y creo que aún sigo arrecha despues de 2 semanas. Ese día me convencí que todas las señales estaban claras, esas que le pides a Dios cuando no sabes qué hacer, y que debía comenzar a buscar empleo nuevamente. 

He pensado que tal vez he sido muy sensible... que tal vez todo es mi culpa y la llevé a ese extremo... pero es que nada justifica un maltrato de este nivel, nada. He trabajado toda mi vida con dueños de pequeñas agencias de viaje y jamás nadie me había tratado de esta manera. Siempre habrá una manera decente de hacerte saber que estas cometiendo errores.

Yo soy buena en mi trabajo, soy buena en lo que hago. Cometo errores como todo el mundo en esa agencia, la diferencia esta en que ella no se entera de los demás. Cometo errores incluso menos graves dque los de ella, pues mis errores son en confirmaciones que no cuestan dinero, los de ella son en boletos aéreos emitidos que si hay un error, tienes que cancelar y pagar un fee para poder emitirlos bien, fee que en ocasiones no baja de 100$ por persona... 

Por suerte la loca no soy yo. Al parecer, todo el mundo en la oficina esta contento con mi trabajo, menos ella. Todo el mundo ha pasado por su maltrato... Y sabes que es chimbo? que me gusta la empresa, me gusta el trabajo, me gusta el equipo de trabajo... Pero no me gusta ella, porque así como hoy se me acercó a regalarme una caja de bombones para apreciar que estuve en la oficina sola en la semana, mañana viene y vuelve a "bulliarme" y es triste, porque me encantaría quedarme a trabajar allí pero simplemente no puedo vivir en esta presión mental, en esta incomodidad de despertarme y sentirme presionada por ir a trabajar, esperando a que un lío reviente nuevamente, a que me maltraten... No puedo levantarme infeliz. 

Gracias a Dios pude recapacitar y recuperar mi amor laboral propio... Sé que soy buena en lo que hago, sé que mi inglés es suficiente y sé que cuando tengo gripe, respiro como cualquier otro ser humano.

Y por eso, veo este empleo que pensé podría ser duradero, como el primer paso en mi carrera turistóloga en Australia y ahora me dedico a  buscar empleo de nuevo y creo que tengo más chance que antes, porque 7 meses de experiencia tienen que servir para algo.

Alegría efímera, pero un buen paso.