Tuesday 5 October 2010

Bolígrafo, firma y… Acción!

“Alo Eugenio? Hola te llama Rodrigo Pinedo, tuvimos una entrevista contigo hace unos días… bien bien y tu? … Me alegro… Bueno te llamo porque mi novia y yo hemos hablado y decidimos firmar el contrato, entonces… cuándo podemos vernos?”

El resto fue tener el bolígrafo y el papel en frente, suspirar hondo y… plasmar la firma.

No les voy a hablar de documentación y papeleo, porque les confieso que, por algunas razones que son harina de otro costal, mi esposo fue quien se encargó del 99% del recaudo de documentos y requisitos, así que mi relato sobre esto sería tan escueto como lo que consiga en mi memoria (la cual falla desde que traje al mundo a mi pequeño retoño, es decir, hace 7 años). Lo que si les puedo contar, es acerca de lo que percibí, bueno y malo, durante nuestro proceso.

Lo bueno:

Nuestro asesor.
La verdad es que Eugenio es un buen asesor. Cada cosa que le preguntábamos, nos la respondía con claridad y lo que no, pues lo averiguaba y luego nos daba la respuesta.

La fluidez en la solicitud de papeles necesarios, sobre todo al principio del proceso. La verdad gracias a eso, cuando llegó el momento de entrar a migraciones, no nos quedaba más nada sino los exámenes médicos.

El orden de mi esposo. Entre tanto papel, creo que hubiera sido yo la aplicante principal y la encargada de buscar y organizar papeles y aún estaría por la primera fase…

Lo malo:

La Case Manager.
No podía dejar de decirlo. Esta chica tenía un serio problema con la contestación de correos electrónicos y hace poco ya había llegado incluso a no atender el teléfono, a mandar a decir cada vez que la llamaba “tiene la línea ocupada”. Ya a la cuarta le dejé el número y no tuvo la delicadeza de llamar de vuelta.

Además, daba información errónea.

De paso, se daba el tupé de contestarle al cliente que le escribí y le escribía correos porque no recibía respuesta, ese que esta pagando 6000 dólares que ya no sé si son americanos o australianos, y que los pagó porque le ofrecieron un servicio de primera, que “el tiempo de contestación de correos era de 4 días hábiles y que para entonces le mandaría un correo con la información solicitada”. Es decir, que si estaba en su computadora sin hacer nada pero con un correo pendiente del día anterior, ella no lo contestaba porque… no habían pasado 4 días hábiles???" Se podrán imaginar el momento… Allí comenzó mi “odio” hacia ella (porque antes era “incomodidad”).

Lo que hizo que mi corta paciencia y poca diplomacia llegara a su límite (y me disculpan si ya esta pasando esto de post a descarga) fue lo siguiente: Por razones que en este post no vienen al caso, tuve que sacar a mi hijo del proceso. Lo informamos a esta chica en un momento y vía telefónica, nos comentó que no nos preocupáramos, pues cuando el papa de JC decidiera dar el permiso, el otorgamiento de visa sería muy económico, alrededor de los 500AUD.  Esto fue lo que hizo que decidiéramos continuar el proceso a pesar de, así que el expediente entró en migraciones sin los documentos del pequeño.

Ya habían pasado varios meses desde que entramos a migraciones (no recuerdo si de hecho ya había pasado un año) y no teníamos noticias… era realmente preocupante. Así que mi esposo decidió llamarla por teléfono y allí fue cuando se le ocurrió preguntar qué pasaba…! Como a las 2 semanas, llamó diciendo que el Case Officer SOLO necesitaba una carta explicativa del por qué habíamos sacado al niño para terminar de estampar la visa en nuestros pasaportes… Es decir, pasamos quién sabe cuánto tiempo esperando sin necesidad.

Hicimos la carta y al mes, nos aprobaron la visa (a mi esposo y a mi).

Más tarde, cuando el papá de mi chamo decidió otorgar el permiso, recibimos la “gran” noticia de que serían 3.600AUD más y por supuesto como la información que nos dio no estaba por escrito, no hubo forma de demostrar su error y los locos fuimos nosotros. El correo que envié no fue NADA formal.

El tiempo de otorgamiento no es igual al tiempo que ofrecen. Pero ya esto sale de sus manos, aunque podrían ser más sinceros.

El tiempo no se cumple, pienso yo, debido a que la política y las legislaciones en Australia son muy dinámicas, por lo que año tras año hacen una cantidad de cambios que afectan a cada expediente de manera distinta.

En nuestro caso, nos vimos afectados en una oportunidad positivamente, pues empezaron a darle prioridad a las visas regionales y en otra negativamente, porque la ocupación en la que Rodrigo había hecho la reválida, había salido de la lista. Gracias a Dios, había otra ocupación en la que podía hacerla, así que solo tuvo que volver a pedirla y al cabo de un mes fue aprobada.

La realidad, en nuestro caso, fue de 2 años y medio, posiblemente por los retrasos por cambios mezclado con la negligencia de la CM y el tema de mi chamo.


Si… Creo que esto es todo lo que puedo decir en este post.